lunes, 24 de septiembre de 2018

LONDRES 38


LONDRES 38



 En algún lugar una madre llora
Y un hijo llora en algún lugar










CECILIA LABRÍN SASO

Mujer llena de soles
Cecilia
huella perdurable.
Tu aroma fresco echó raíz
tu primavera.
Cecilia-luz
Cecilia-abrazo en el desamparo.
de madrugada llegó el invierno de aguas negras
y tu mundo se quebró.
No entraste sola en la noche
un ángel te acompaña
un corazón.











MARÍA INÉS ALVARADO BORGEL

Flagelada
pies descalzos
el frío trasmina el corazón .
He sentido en sueños un grito
el crujir de los huesos.
Pienso en María Inés
en la mano que corroe su carne
en el asedio
y duele este sueño y el brillo del corvo.














MARÍA ANGÉLICA ANDREOLI

¿Dónde estás?
Quiero encontrarte antes que tu voz se pierda.
Aún resuena tu latido en la habitación del miedo
aún la vida pregunta por ti.
Quiero buscarte
¿Dónde?
¿En los hilos de sangre que cuelgan de tu boca?
¿En la mancha negra de tu frente?
¿En el último azul que vieron tus ojos?










SONIA BUSTOS REYES

Me tiendo a la sombra de su noche
y santiguo mi cuerpo con el recuerdo de Sonia
con el verso no escrito
con la palabra muda
la palabra sangre.
Santiguo mi cuerpo, digo
con las madreselvas
con los nomeolvides que nacían de sus manos.
¿Qué hacer cuando una voz se extingue?
Dónde buscar
si la verdad está dentro de bocas cosidas.
Sonia
se me viene tu nombre  como salmo
y quema la boca.









MURIEL DOCKENDORFF NAVARRETE

Nos encontraremos a través de la niebla, dices
y miras la noche que dejó de ser dulce.
Con tu vestido azul (o calipso, no sé)
Piensas en Juan entregando su sangre
en la libertad que duerme
bajo la tierra amarga.
La niebla persiste Muriel
un sepulcro espera por tu cuerpo
y una madre
con un abismo como brazos.










BÁRBARA URIBE TAMBLAY

Bárbara no conoce el otoño
camina libre
lleva el coraje enredado en la falda.
Bárbara es alondra
canta tras los barrotes de la celda
y enciende la lámpara
hiere al gusano
encarna el oído del verdugo.
Está más allá del dolor
es crisálida
sueño arrasado por el invierno.
Su juventud es látigo.
¡Ay Bárbara!
Hasta la médula de tu canto
reclama justicia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario