SENDEROS PARA UN PIE DESNUDO
Una voz en la vejez de
mis grietas
en el
rito de la piel.
Llega esta
voz como pájaro sin alas
se
extiende como rayo
y digo
¡ay!
¡oh!
Vida
muéstrame
la palabra que se une a la voz
enséñame
a creer(ar) antes que selle la puerta
antes
que muera mi carne de mariposa.
El ayer se apega a los huesos con signos de interrogación
un ojo
súcubo contempla mi fondo
y el
fondo de mi forma.
Soy un
desorden de huellas con escarcha en los ojos.
Vaciada
estoy del verbo
vaciada
con la
pena hundida en las entrañas
sueno
a crujimiento y dolor de huesos.
Nada
hay en esta maraña asfixiante
y aun
así
espero
redención.
La tarde agua viene sin anuncio
sin
coordenadas.
En un
abrir y cerrar de sueños
la
oigo
reposa
su cabeza en el luto de hojas secas.
Cerrada
de flor estoy
con
este calor frío al tacto
cerrada
con
esta soledad que huele a lunes.
Soy
obra inacabada en la tierra/sombra.
Espero al alfarero.
Dicen
que desciende
por la luz del ojo
descorre
el velo
y te
deja bocarriba, bocavida, bocamuerte
Lo
espero de tarde en tarde
de
sangre en sangre
con mi
dolor de estatua
mortificando
curvas y afluentes
lo
espero con esta boca devoradora
con estos
ojos que ofrecen poesía.
Viene a mí en un destello
en un
sonido
y abraza
este cuerpo vacío
cuerpo
espiral de húmeda huella
con
escozores en el alma.
Le
nombro
y no
cabe la palabra dentro de mí
y los
sueños
que
nunca se han soñado
duelen
en el cuerpo.
Tengo una verdad desgarradora
verdad/cárcel
con ojos cerrados.
Esta verdad
pobló
de loca locura mi juventud
me
dejó con los ojos vueltos de agua
de
tanto reír y llorar.
Antes
lo ignoraba
todo
todo
la secreta
palabra
y el
canto purificador.
Tengo
una verdad desgarradora
repito
como
presagio
clavado
entre ojos.
Temo que alguien vea mi palpitar
lo
descifre
y
descubra lo inexistente.
Temo
que bese mi comisura
descubra
en ella la palabra seca
mal
dicha
y me
deje sola con esta pena que cargo
y no
me pertenece.
Una gota solitaria baja sin destino
estéril
agonizante
con el
borde herido de lamentos
a un
lugar inexplorado.
El
latido del abismo la paraliza y se abandona
en
silencio.
La
miro y pienso:
es
como yo
con el
cuerpo húmedo
plena
de voces
con el
cuerpo/semilla
y las
manos descolgadas.
El cansancio despedaza
solo
quedó la estela de un deseo
cuando
la tarde vino.
¿Qué
puedo dejar?
Si un
día levanté mi toldo en el desierto
si el
amor de hombre fue mi escapulario
si
maldije
y
desencajada cerré la puerta.
Trae la lluvia un sonido/estela de mariposa
y deja
un beso en la herida.
Son murmullos
misteriosos
suaves
suaves.
Arden
huesos y ojos cuando el deseo
cae de
la boca como pétalo muerto.
Trae
también
algunos días
el
afable tiempo del azul
la
risa sin sombras
y el
escándalo de la tierra cruda.
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