OJOS CUERVOS
He pensado en ti
en tu sombra de árbol
tu casa herida
tu corazón
¡Ay! tu corazón
tropel de caballo en galope por estos
campos de dios.
Escupes palabras
y el silencio muere famélico.
Me tiembla tu ausencia
me tiembla
en esta soledad que huele a roble.
Batir de pájaros sobre tu cabeza
niña/luna
ojo/cuervo
piedra susurrante
adormilada
sombra de mil brazos
niña metal forjada en la batalla
pájara
pájara encadenada al tiempo
mi consuelo es para ti.
Alimento mis ojos
con la negrura de tus cabellos
mujer/tierra
abrígame
pájara de huella profunda
pon tu chamal sobre mis hombros
vuélveme del exilio.
Llévame contigo en mi atardecer
déjame decir vida
déjame mentirle a esta piel que no
conoce campos
esta piel
que habla el idioma del cemento.
Trenza mi cabello con tu mano/brasa
mano/futuro.
Llega un viento extraño
a comerse las migajas
y tu nombre se alza como grito.
Janekew.
Cae la palabra
despedazada
sobre la tierra
sangra incesante la llaga
sangran las horas muertas sobre tu
desnudez.
A orillas del rio
la niña/pájara mira su piel
está mudando
se deslizan serpientes por sus
fronteras
dormitan en la raíz del
cabello.
Hace tiempo vio el sol
lo miró directamente a los ojos.
La tarde le arrebató su
último rayo.
Fue barro.
Ella se mueve como brisa
se vuelve pájara
el frío penetra hueso y médula
es libertad
mujer tierra
cuerpo fragante
río caudaloso
erguida frente al cielo
rosa naciente.
Clavo sus raíces dentro de mí
clavo su garra.
La observo
recojo su canción
cobra sentido en mi boca
y mi lengua incendiaria mata
como su lengua
y mi aroma cotidiano se prende a
la mañana
como su aroma.
¡Ay! su aroma
viene en oleajes rítmicos
y me abraza
en esta hora de mi tierra seca
la hora de los gemidos.
Hay un alma sentada frente al espejo
inmóvil
como cadáver reseco
la observa un dios blanco
sordo.
Se queda sin boca
sin pecho
sin manos
vaciada de vida
vaciada.
Recuerdos volaron de golpe
los ojos
se gastaron mirando nada.
Vaciada
vaciada frente a sus campos
estéril de sueños entreteje piedras.
Presagios de verano en tu cuerpo
frescos paisajes
que invitan a descifrar tu rítmico olor
mujer/girasol
mujer/semilla
asómate al verso.
Ya no quedan sonrisas ojo cuervo
gloria a tu nombre
a tu raza
a tu sueño.
En la oquedad del insomnio se enreda la
lengua.
Sigo tu huella fresca
y mi lágrima
se reconoce en tu lágrima.
Mujer/viento
ahí viene el hombre con su espíritu
maligno
zigzagueando viene
como serpiente.
Levántate niña/tierra
alza los brazos
comulga con la libertad que gotea
sobre el suelo herido.
Oye tu latido de ave morena
sueña
con la vida que sube por la raíz del
hualle
y alimenta a los hijos de tu vientre
con el verdor.
Declina el medio día sobre la verde pradera
la luz de la tarde se impone.
Los cristales
mudos
se pierden en un vago sueño.
Un palpitante silencio lo enmaraña
todo.
La silueta de la libertad
sentada en una barca navega por
el río.
Suspira la joven/raíz.
¿Quién acogerá los fantasmas?
¿Quién descifrara los misterios?
Quién se exiliará con ella
y en orgía de palabras la
vaciará en la nada.
A veces sueñas
y no basta
quieres salir
ver como mana
la vida.
Sin un norte
a ciegas
recorriendo.
Dejar que la
mariposa te lleve
allí
donde siempre
estuviste
adonde
quieres volver.
Protegida por la gente de madera
viene a mí tu dolor
mujer de arraigada libertad.
Las siluetas desnudas
la maza
el perdigón de sueños
y tu grito de hembra
grito que nace en tu ojo/cuervo
y llega al presente en el lamento del
kull-kull.
Ayer desplegué las velas
cogí los remos
navegué.
Caí por precipicios al seguir los
cantos del agua.
Fui delfín
emergí.
Se me fue la vida en gotas
niña ojo/cuervo
siguiéndote.
Esa belleza
tiene las manos sucias.
Es arrogante
levanta la antorcha con altivez
guarda mezquindades.
No hablo de ti niña/treile
hablo de la libertad.
Su fulgor es cuchillo
respiración en el hombro de Dios.
Reúne pedazos de sueños
los arroja como dardos (la nada los
recibe)
Se me astilla el corazón.
Se sueña en una casa
sin fondo
en medio del
río.
Salta sobre
piedras
para no mojar
sus pies.
Se le clava
en las plantas el dolor.
Hormigas
vienen
huelen el
aire
el agua
el olor de los
insectos atemoriza.
No puede
atravesar el río.
Hay en este recuerdo
un rumor
viene con alegría
se enreda en mi cabello
en el tuyo
y nos extendemos
como manto húmedo nos extendemos
con la frente soñadora hacia el cielo.
Somos pájaras vestidas de lluvia
pequeños soles
caminando desnudas de miedo.
Te hablo de otra libertad
dices
esa que muestra una hostia para que
comulgues con ella
allana tu letargo
da una punzada en el corazón
y te deja doblada.
Esa libertad que duerme en las caderas
se desliza como serpiente
busca rendición.
Hambrienta
desgarra el cuello del
sufrido cordero.
Lo sostiene con fuerza
pobre inocente
boca arriba
despojado de la voz
hilvana miradas.
A esa libertad le falta corazón
¿sabes?
Busca consuelo mirando llanuras
envidia los cuervos
las palomas.
Tiene sed de inmaculados campos
quiere la humedad de nuestra sangre.
No abrimos los ojos por miedo
cada una en su siglo
prefiere ser nudo ciego
y nos descarnamos
perdidas en la muchedumbre.
Está dentro de mi penumbra
con sus formas suaves
rodeada de aguas que no encuentran paz.
Temo alimentarla
una serpiente se enrosca al cuello
amenaza
amenaza con aniquilar mi voz.
La niña/ojo/cuervo danza
estamos en trance
las últimas mariposas que rondaban
estos lados
se niegan a morir.
Balbucea en mis huesos un nuevo
idioma.
Salado y húmedo nace este lenguaje
en el fondo de los sueños nace
son códigos secretos
acertijos
que la dulce navegante
me invita a descifrar.
No estás sola mujer
otras acariciamos la sombra de la
libertad.
Las garzas dormitan en sus nidos
ajenas al sonido de aquí
de allá
somos viajeras
nos duele la vida
las máscaras
todo lo que llevamos.
Silenciosas ante la hoguera
en diferente tiempo
la niña que fuimos
se mira en un espejo ceniciento
y dibuja corazones
mientras espera el viento de la muerte
Carla, mi hija
Se sumerge en lo profundo
busca tesoros
que no se encuentran en la seguridad de
la orilla.
No teme.
Se conoce.
No es cordero sumiso
la luz de la verdad entra por los
pliegues
las cadenas en ella
no tienen razón de ser.
Acá estoy
dice
la
niña/sauce
al
norte de los vientos
dormida
entre las rocas espero
que
las nubes
apacibles
traigan
anunciación .
Acá
estoy
con
el grito anudado a la lengua
el
pecho dispuesto
las
piernas en trance
dispuesta
a volar.
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