1
Como lobas corren sobre
arena virgen
como cuervas de negro
cabello.
Los talones se hunden
la risa se desprende a
gajos.
Son mujeres de tierra y
miel.
Se elevan desde este
aquí
desde este ahora
con destellos de pájaro en
los ojos.
En el horizonte hay
tempestad
pronto vendrá una guerra
un misil se enterrara en
la carne
los ojos de la pecera serán
pisoteados
Pero ahora
al sol del mediodía
cantan.
Entre risotadas y
empujones
palabras de mala crianza
la piel gotea
y ondean los huesos cubiertos
por un suave vellón.
2
Caminan sobre rocas
filosas
en silencio
se mecen al viento
todo comienza en sus
cuerpos
todo termina.
Miran las algas
imaginan sus caderas
arqueadas
y alguna mano-enredadera.
Quieren ser página central
en la vida de alguien.
Un hormigueo feroz las
recorre
cuando el sonido de las
olas
cuando la vida.
Pronto una fuga en el talle
pronto
la humedad.
3
Tienen una vasija de
placer inagotable
y un hilo de sangre borda
su cielo.
Los lobos olfatean
lanzan aullidos
ellas regalan
sonrisas
latidos
orgasmos.
Jadeantes mueren sobre la
arena húmeda.
Son los roba-sueños
susurran
y avanzan mezquinas de esperanzas.
4
La piel de musgo cuenta
las horas rotas
se pierde
se busca
sacude la cabeza y se
nombra mujer
para quererse
para quererlo
con la osadía de su
entraña al rojo vivo
con ese amor sin
intención.
Mira entre olas
se vuelve raíz
tallo
fragancia
barco de velamen
desplegado
senos duros
mascaron de proa
y abre los brazos
y planea el vuelo.
Está preñada de
fuego y luna
y se disuelve bajo el sol
del medio-día.
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